Aparte de los quince grandes fuegos activos, sólo durante las últimas 24 horas, dieciséis nuevos pequeños incendios se han declarado entre ambos estados, como resultado de las brasas remanentes del impacto de varios rayos durante la semana pasada, informó hoy el Centro de Coordinación entre Agencias del Noroeste, que comprende organismos de Washington y Oregón.
El oeste de Estados Unidos vive una situación de sequía crónica desde hace tres años, un fenómeno que se ha intensificado desde el inicio de 2014 y que ha llevado a declarar zonas de “sequía severa” o “extrema” a grandes partes de ambos territorios, así como de estados vecinos como California, Nevada e Idaho, y que ha propiciado en buena medida los incendios.
Este lunes se alertó de que el centro y el sur de Oregón estarán durante las próximas horas bajo “amenaza extrema de fuego” y la previsión meteorológica espera fuertes vientos hacia el norte para hoy, martes, que podrían desplazar el riesgo desde Oregón a Washington.
Pese a todo, la subida de las temperaturas y el aumento de la humedad en buena parte de la región durante los últimos días han permitido a los bomberos progresar en las tareas de control de los fuegos, según explicó hoy la portavoz del Centro de Coordinación entre Agencias del Noroeste Carol Connolly.
De la quincena de grandes fuegos activos en Washington y Oregón, el mayor es el del complejo de South Fork, que ha quemado alrededor de 26.000 hectáreas en el centro de Oregón, al sur de la ciudad de John Day, y está contenido en un 72 %.
Tras él se sitúan el de Sommers, en el noreste de Oregón y que ha quemado 14.600 hectáreas; el del complejo de Devil’s Elbow en el noreste de Washington (10.700 hectáreas); y el del complejo de Chiwaukum, en el centro de Washington (5.750 hectáreas). EFEverde