Por Vanessa Bolívar @larutadelclima
Desde Alemania
En los últimos 130 años el mundo se ha calentado aproximadamente 0,85 grados centígrados. Y en los últimos 30 cada década ha sido más cálida que la precedente desde 1850. ¿Pero realmente qué significa casi 1 grado centígrado de aumento de temperatura para nosotros?
Más allá de la intensificación de la sensación de calor o frío que podamos experimentar, según se prevé, entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 muertes adicionales cada año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico (Organización Mundial de la Salud). Y esta es solamente una de las tantas razones que motivaron a que los líderes mundiales se reunieran en París el año pasado para lograr un acuerdo que refleje los compromisos globales para hacer frente a esta realidad.
Si bien fue celebrado el hecho de que en el Acuerdo de París se haya logrado establecer una meta global de no superar un incremento de 2 ºC con esfuerzos por mantenernos en 1.5 ºC, lo cierto es que los actuales compromisos nacionales e individuales de cada país, en especial de los países desarrollados, nos llevarían a un aumento de 2.7 a 3.7 ºC, lo cual evidencia que aún hay mucho por hacer.
El inicio de la parte más complicada del proceso: la conferencia climática de Bonn
Las preguntas que tratarán de resolver ahora los 177 países que recientemente firmaron en Nueva York el llamado Acuerdo de París son: ¿Y ahora cómo lo logramos? ¿Cómo logramos no superar el 1.5 ºC? ¿Quiénes, cómo y cuándo deben liderar este proceso? En otras palabras, como se lleva lo escrito en el papel a la realidad.
Así el lunes 15 de mayo se inició la Conferencia de Cambio Climático de la Convención Marco de las Naciones Unidas Frente al Cambio Climático en Bonn (Alemania), la primera del año, en la que los delegados de las naciones firmantes se vuelven a reunir luego de París 2015 con el objetivo de darle vida a cada uno de los elementos incluidos en el acuerdo original.
Es así que la implementación del Acuerdo de París dependerá de incluir aspectos críticos como solucionar la brecha entre la meta de 1.5 grados centígrados y los actuales compromisos de reducción de emisiones de los países firmantes, así como hacer frente a las barreras para lograr la urgente transferencia tecnológica y creación de capacidades de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo, para finalmente llegar a uno de los puntos más críticos: el financiamiento para lograr la meta de los 100.000 millones de dólares anuales. Estos aspectos serán tratados por los grupos de trabajo que ya han iniciado sus reuniones en Bonn.
Si bien el tema de adaptación al cambio climático (que responde a preguntas como qué harán aquellas naciones que ya se ven afectadas por este fenómeno, cómo darán respuesta a las sequías, inundaciones, incremento de enfermedades, etc.) es un punto vital del acuerdo, no será el centro de la reunión de Bonn, ya que a este será liderado aparte por el Comité de Adaptación y el Grupo de Expertos de los Países Menos desarrollado (LEG). Sin embargo, de manera indirecta, durante la sesión se llevará a cabo una reunión técnica de expertos en temas de adaptación.
Así empieza la puesta en marcha y traslado a la realidad del Acuerdo de París. Quedan aún preguntas críticas por responder, por ejemplo: ¿Cómo se incluirá el componente daños y pérdidas causadas por cambio climático en la agenda de cada país? ¿Qué se puede hacer a corto plazo para el 2020 antes de que el acuerdo entre en vigencia? ¿De dónde se obtendrá el dinero para que los países afectados pueden hacer frente a esta amenaza?
(Foto de portada: Mauricio Luna)
*Publicado originalmente en La ruta del climaP