Ya iniciaron los Juegos Olímpicos Río 2016 y su inauguración trajo consigo un gran mensaje ambiental. La gran inauguración, que se realizó en el estadio Maracaná, junto con 207 delegaciones de deportistas, hizo reflexionar al mundo sobre la importancia del cuidado ambiental y el peligro del calentamiento global.
Cada uno de los 11 mil atletas recibió una semilla como símbolo de legado para un futuro bosque en Río de Janeiro. Fueron 207 especies de semillas nativas de Brasil entregadas a cada delegación, las mismas que servirán para sembrar el “Bosque de Atletas” en Deodoro, uno de los centros de competiciones de Río. La iniciativa, que parte como lucha contra la deforestación en Brasil, busca la conservación del pulmón verde del planeta.
Según el biólogo e investigador Mario Moscatelli, los retos ambientales que enfrenta los Juegos Olímpicos no alcanzaran para remediar 20 años de contaminación. “No es misión de los atletas salvar la naturaleza, ellos están aquí para competir, la siembra es fácil, la atención es difícil”, declaró el ecologista para BBC Brasil.
Además, mencionó que Río 2016 fracasará en sus retos ambientales tal y como lo hizo en los Juegos Panamericanos del 2007. “Es una oportunidad perdida”, comentó.
Cabe mencionar que pese a las innumerables críticas sobre sus aguas contaminadas y la crisis política y económica que vive el país, el The New York Times consideró las olimpiadas como un «espectáculo esperanzador».
Flickr: Ministerio de Deporte Brasil