Bruce Logan, ingeniero medioambiental, ha desarrollado una técnica que consiste en producir energía mientras se purifica el agua. Normalmente para tener agua potable es necesario consumir muchísima energía, pero este mecanismo haría que en 10 años se utilice la energía producida en el proceso para los usos cotidianos.
Logan está desarrollando celdas de combustible microbial usadas por las bacterias que consumen los elementos del agua sucia. Esto funciona ya que cuando las bacterias se comen los desperdicios, liberan electrones como subproducto que las celdas de combustible transforman en carbono. En un comienzo, este mecanismo utilizaba metales muy caros, como los metales preciosos, pero poco a poco se ha ido perfeccionando su funcionamiento y se ha podido realizar con metales más accesibles.
Este aporte para la producción de energía sería extremadamente beneficioso porque se podría tener energía y agua limpia en un solo proceso.
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