Pekín, una de las ciudades más contaminadas del mundo, ha puesto en marcha un sistema que permite reducir la contaminación y el malestar causado por el denso tráfico.
El sistema para remediar este problema es sencillo, en los días de alerta roja (cuando los niveles de contaminación atmosférica son altos durante tres días consecutivos) sólo los automóviles de matrícula par o impar podrán circular, según lo que se anuncie ese día.
Actualmente, los conductores de Pekín tienen prohibido usar sus autos un día a la semana, lo que reduce en 20% la circulación diaria.
La causa principal del problema de contaminación es la enorme cantidad de autos que circulan en la ciudad. En sólo diez años el parque automotor pasó de dos a cinco millones de vehículos.
Esta no es la primera vez que se aplica el sistema de matrículas pares o impares. En agosto de 2008, con motivo de los juegos olímpicos, este sistema logró una mejora sustancial en la calidad del aire y redujo en un 50% el tráfico.
Las industrias no representan un problema tan grave para la ciudad pues ha sido re localizadas en las otras provincias. Sin embargo, las fuentes de calor durante el invierno agravan la situación pues se usa carbón para la calefacción de los hogares.
La iniciativa, aprobada ayer por el Comité Permanente del Partido Comunista en Pekín, se da en un contexto en el que los riesgos en la salud humana causados por la contaminación son cada vez menos cuestionables.