En el camino a Lima pasamos por Cahuachi, uno de los centros ceremoniales más importantes de la cultura Nazca, que tuvo su esplendor entre los años 1 a 500, y donde se cree que están las respuestas a los enigmas de las líneas de Nazca. La pirámides de Cahuachi se encuentran en lo que alguna vez fue un valle fértil, pero ahora solo los pocos árboles en pie adornan junto a los restos arqueológicos tirados por los huaqueros, el paisaje desértico. Este lugar es la evidencia de cómo el cambio de clima puede transformar escenarios y ecosistemas. Muchos valles peruanos costeros sufrirán las mismas consecuencias.