Gustavo Daniel Morales es un joven común que vive en Huanchaco – Trujillo, pero que a diferencia de muchos otros, no es indiferente frente a la contaminación y el cambio climático. Un problema que afecta de manera grave a muchos niños que viven cerca de él.
Por eso, junto con otros jóvenes extranjeros, Gustavo ha formado una organización que ayuda a mejorar la salud de los niños más pobres de Trujillo, que viven en circunstancias muy precarias y su salud es afectada por la contaminación. Ellos, al no saber qué hacer con sus residuos, los queman o botan por donde sea sin saber lo mucho que afecta su salud.
Gustavo y los voluntarios les enseñan a clasificar sus residuos a través de tachos de basura con distintos colores y los motivan a que vendan el vidrio, plástico y papel que separan para ganar dinero. Pero, sobre todo, les enseña cuales son las consecuencias de la contaminación en su salud y el planeta.
En el futuro le gustaría que su proyecto crezca más para ayudar a comunidades más grandes que necesitan educación y buenos modales.
Su consejo para los demás es:
“Hay que evitar utilizar plástico, hacer ejercicios y comer alimentos naturales evitando los productos envasados. Caminar y hacer actividades físicas 30 minutos diarios. Evitar el uso de transportes. En cambio utilizar bicicletas o patines. Reciclar y reutilizar”.
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