El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) comenzó este martes en Yokohama, Japón, una reunión destinada a alertar sobre el impacto del cambio climático y los estragos que provoca a nivel humano y económico.
«Esta reunión es muy importante. El informe [del grupo] ampliará la comprensión de las cuestiones vinculadas al impacto del cambio climático», dijo en el discurso de apertura Rajendra Kumar Pachauri, presidente del IPCC desde 2002.
La apertura de la reunión del IPCC coincidió con la publicación de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que advierte sobre el peligro de la polución del aire, que en 2012 causó la muerte de 7 millones de personas en el mundo.
Después de haber brindado en setiembre pasado los últimos datos sobre la amplitud sin precedentes del cambio climático, los expertos del IPCC publicarán el 31 de marzo su nuevo diagnóstico, no solamente sobre los efectos de tal cambio sino también sobre las adaptaciones necesarias para enfrentarlo.
Agravación de fenómenos meteorológicos extremos, descenso de la supervivencia de especies animales y vegetales, modificación de los rendimientos agrícolas, evolución de las enfermedades, desplazamiento de poblaciones: las consecuencias a prever por el cambio climático desestabilizarán los equilibrios actuales, advierten los expertos.
Por supuesto, las emisiones de CO2 estarán en el ojo del huracán, en la medida que son el gran factor del desequilibrio medioambiental.
Según una versión aún no definitiva del documento del IPCC por publicarse, por cada grado centígrado suplementario (de calentamiento) los recursos de agua potable disminuirían en un 20% para el equivalente al 7% de la población mundial.
Simultáneamente, los riesgos de inundaciones, en particular en Europa y Asia, aumentarían sensiblemente a causa de la emisión de gases de efecto invernadero.
La producción de cereales (trigo, arroz y país) mundial podría, por su parte, bajar en el 2% por década, en tanto que la demanda aumentaría en el 14% de aquí hasta 2050.
La pobreza, las migraciones y el hambre resultantes de estas catástrofes naturales son factores de conflictos, puesto que incentivan la competencia con la disminución de recursos como telón de fondo, advierte la versión preliminar del informe.
Para este segundo tomo, más de 300 investigadores compilaron miles de estudios y sus escritos fueron sometidos a la opinión de la comunidad científica, y además se propone un documento más sintético, de unas 29 páginas, destinado a los responsables políticos.
Antes de su publicación, el 31 de marzo en Yokohama, esta síntesis llamada «resumen para los decididores» tendrá que ser aprobada por los representantes de 195 países.
«El cambio climático en el siglo XXI empujará a los Estados a nuevos desafíos y determinará de manera creciente las políticas de seguridad nacional», avisa el borrador del resumen.
Asimismo, algunas repercusiones transfronterizas del cambio climático -la reducción de las zonas heladas del planeta, las fuentes de agua compartidas o la migración de los bancos de peces- «tienen el potencial de aumentar la rivalidad entre Estados», dice el informe.
«Es muy importante poder contar con este acuerdo sobre la constatación científica para otorgarle una oportunidad a la negociación», explicaba recientemente a la AFP Sylvie Joussaume, climatóloga en el CNRS (Centro Nacional de la Investigación Científica) de Francia, y del IPCC.
El objetivo de la comunidad internacional es alcanzar, durante la Conferencia de Naciones Unidas que tendrá lugar en París en 2015, un acuerdo mundial vinculante que permita limitar el recalentamiento a 2 grados centígrados hasta 2100, con respecto a la era preindustrial, umbral por encima del cual los científicos consideran que las consecuencias más dramáticas serían inevitables.
El 13 de abril, el IPCC divulgará en Berlín su tercer volumen sobre estrategias para hacer frente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Varias ONG presentes en Yokohama se sumaron al grito de alerta.
«El cambio climático ya está devastando naciones, ya está destruyendo vidas y provocando daños por miles de millones de dólares», dijo la organización ecologista Greenpeace.
Por su parte, OXFAM advirtió que el cambio climático podría perjudicar la lucha contra el hambre en el mundo.