Era la 1 de la tarde. El sol quemaba, pero parecía no afectar a las cientos de personas que llegaron a la playa Agua Dulce (Chorrillos) para ser parte de una foto. Una foto que llevaría un mensaje al mundo sobre la Amazonía y su gente.
La intención para todos era clara: recalcar la importancia de obtener derechos legales territoriales para los pueblos indígenas en medio de las conversaciones globales del clima.
¿Por qué? Porque es una estrategia eficaz para abordar el cambio climático. Este fue el mensaje de una enorme imagen (una «bandera humana») creada en la playa de Agua Dulce fuera de la Cumbre del Cambio Climático COP20. Cientos de integrantes de pueblos indígenas y aliados utilizaron sus cuerpos para mostrar claramente las palabras “Pueblos + Derechos = Bosques Vivos.”
«Juntos hemos creado una bella imagen de lo que quisiéramos ver en el mundo. Queremos que nuestros derechos y territorios sean respetados aquí en el Perú, a lo largo de de la Amazonia y en el mundo entero», exhortó Juan Agustín Fernández, líder de la comunidad Shipiba de Cantagallo que participó activamente en la creación de la bandera humana.
Representantes de varios pueblos indígenas Amazónicos participaron en la creacion de la bandera: Shipibo, Asháninka, Achuar, Awajún, Munduruku, Guajajara, Kichwa y Kampupiyawi.
En el contexto de la COP20, los pueblos indígenas de Perú, la Amazonía y el mundo proponen un enfoque basado en derechos para hacerle frente a la crisis climática. Los pueblos indígenas no sólo son las comunidades más afectadas por la crisis climática, sino también, son líderes importantes en la búsqueda de soluciones reales y duraderas.
“Donde se respeten los derechos territoriales de los pueblos indígenas, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la deforestación se reducen. Pedimos que se titulen 20 millones de hectáreas para darle seguridad a nuestros hermanos, demandamos que los territorios sean de la comunidad,” dijo el líder achuar Henderson Rengifo, miembro del Consejo Directivo Nacional de AIDESEP. Sus comentarios reflejan estudios recientes que muestran tasas de deforestación más bajas en zonas de selva tropical bajo la gestión efectiva de comunidades indígenas y otras comunidades locales.
El término «Bosque Viviente» se refiere a un concepto indígena holístico del medio ambiente amazónico y es una perspectiva pasada por alto a menudo cuando se habla de soluciones frente al cambio climático. En el reino espiritual, de acuerdo con esta perspectiva, el bosque está vivo con los espíritus de los antepasados y de los animales. El bosque viviente es aquel en el que los líderes indígenas son libres de defender sus territorios sin perder sus vidas como lo sucedido con los líderes asháninka que desaparecieron a principios de septiembre, así como una serie de otros líderes que se esfuerzan por defender sus derechos humanos básicos.
El reciente informe de World Resources Institute (WRI) concluyó que “cuando los pueblos indígenas y las comunidades locales no tienen derechos legales o su derechos son débiles, sus bosques tienden a ser vulnerables a la deforestación y así convertirse en una fuente de emisiones de CO2″. Por el contrario, se destaca que “cuando las comunidades poseen derechos forestales legales y el gobierno garantiza sus derechos las emisiones de dióxido de carbono y deforestación tienden a disminuir”.
Debido a la lucha de las federaciones indígenas, los pueblos tienen mayor relevancia dentro de la COP20 en Lima que en cumbres anteriores. La presencia del Pabellón Indígena en la feria Voces por el Clima es una manifestación central de este logro. Pero más allá de las palabras y discurso, el impacto tangible en las políticas de este avance aún está por verse. La bandera humana está diseñada para complementar los grandes esfuerzos que los pueblos indígenas están haciendo dentro fuera de la sede oficial de la COP en torno a la concientización e importancia de obtener el reconocimiento oficial y sobre sus derechos territorios ancestrales.
Esta es la primera vez que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se ha celebrado en un país Amazónico. Teniendo en cuenta que alrededor del 72% del territorio nacional Peruano se encuentra dentro de la cuenca del Amazonas, esta cumbre presenta una oportunidad ideal para generar una mayor conciencia y apoyo sobre la importancia crítica de la selva amazónica en el mantenimiento y la estabilización del clima de nuestro planeta.
La supervivencia de la humanidad depende de no quemar dos tercios de las reservas mundiales de petróleo, que sólo puede lograrse mediante la limitación de la extracción de combustibles fósiles. Los pueblo indígenas exigen mantener el petróleo bajo el suelo empezando desde la zona más biodiversa del planeta, la Amazonía.
Este evento está asociado al Pabellón Indígena de la COP20 y auspiciado por AIDESEP y COICA, con apoyo de las organizaciones internationales Amazon Watch y Greenpeace; y el artista aérea John Quigley de Spectral Q.
“Si queremos defender nuestro clima global, debemos defender la Amazonía. Si queremos defender la Amazonía, debemos apoyar los derechos y territorios de los pueblos indígenas,” mencionó Leila Salazar-López, directora de Programas de Amazon Watch.
Para más información, favor visitar:
aidesep.org.pe y amazonwatch.org