No podríamos estar más equivocados si creemos que reciclar es el primer paso para disminuir nuestro impacto ambiental. Si bien hacerlo es el paso que más se promueve, los procesos de reciclado involucran grandes cantidades de agua y energía para que el material que usamos se convierta en algo nuevo. No por nada el orden de las 3R es «reducir, reutilizar y reciclar».
Felizmente existen proyectos dedicados a mejorar la tecnología que beneficia nuestro planeta, como el caso Ak Inovex. Esta empresa mexicana, fundada por Marco Adame, desarrolló un nuevo proceso capaz de reciclar más del 90 por ciento de cualquier tipo de plástico, evitar el desperdicio de agua y reducir los costos de producción a la mitad, sin la necesidad de reducir la calidad.
Pero, ¿cuál es la diferencia? Actualmente, los plásticos se lavan con detergentes y después se muelen en pequeñas piezas que luego son secadas con el fin de cristalizar, para esto, son expuestas a un calor de 180 grados Celsius y finalmente se enfrían usando agua de nuevo. La propuesta de Adame no usa el agua y forma perlas reciclados directamente.
«Ak Inovex tiene un registro de patente pendiente para las tres tecnologías que integran el desarrollo, que son responsables para el enfriamiento del plástico a través del contacto con las paredes especiales y la formación de las cuentas de plástico», explicó.
Con este procedimiento, el reciclaje se vuelve un negocio rentable. El próximo reto es reemplazar la lejía con una lavadora ecológica que utiliza un biodetergente especial. Para lograrlo, la empresa tiene un contacto con el grupo Alinsa, que se dedica a la fabricación de productos de limpieza amigables con el planeta.
Con información de TreeHugger y Phys.org
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