Compartimos con uds una columna de Ban Ki Moon en el prestigioso diario The Guardian.
Tenemos el deber de actuar. Después de un año de agitación global, la ONU y la comunidad internacional deben trabajar más duro que nunca para un futuro sostenible.
Este año, la ONU celebra su 70 aniversario. Lamentablemente, hay poco tiempo para la reflexión o celebración. Más son las demandas y desafíos alimentados por conflictos, enfermedades y sufrimiento humano. Éstas obligan a la comunidad internacional a intensificar y proporcionan el liderazgo necesario para hacer frente a ellos.
Ébola sigue azotando el oeste de África. Para algunos de los países afectados, luchando por superar los efectos de la amarga guerra civil, el brote ha sido un revés importante para el desarrollo. Estamos empezando a ver algunas mejoras.
La eliminación del programa de armas químicas de Siria fue un logro importante, pero el conflicto sigue causando un inmenso sufrimiento y pronto entrará en su quinto año. La presencia de miles de combatientes terroristas extranjeros allí y en Irak se ha añadido a una dimensión más volátil.
Hay una larga lista de otros puntos calientes – se extiende desde Nigeria a Yemen, desde el aumento de los combates en Darfur a la transición en Afganistán. Conflicto en Ucrania ha puesto en peligro la seguridad y la estabilidad en Europa, y reanimado a los fantasmas de la guerra fría. Israelíes y palestinos deben facilitar la explosiva situación en Gaza y Cisjordania, y alejarse de la confrontación y hacia una solución negociada.
Pero en un año marcado por la agitación, los estados miembros de la ONU también han propuesto un proyecto conjunto inicial de metas de desarrollo sostenible que guiarán los esfuerzos de lucha contra la pobreza para la próxima generación. Otras negociaciones comenzarán este mes y culminará en una cumbre especial en Nueva York en septiembre, con la adopción de una agenda de desarrollo que pueden ayudar a combatir la desigualdad, la autonomía de la mujer y las niñas, y promover la prosperidad compartida.
Acción por el clima tomó un impulso significativo con importantes anuncios hechos por la UE, los EE.UU. y China, y una conferencia sobre el clima de éxito en Lima, Perú, que mantenían negociaciones complejas en pista. Debemos apuntar alto: para la adopción de un acuerdo ambicioso y universal en París en diciembre para mantener el aumento de la temperatura global por debajo del peligroso umbral de 2C.
La nuestra es la primera generación que puede acabar con la pobreza, y el último que puede tomar medidas para evitar los peores impactos del cambio climático. En este año 70 aniversario en el que renovamos nuestro compromiso con los objetivos y principios de la Carta de la ONU, la comunidad internacional debe hacer frente a este momento.