Todo empezó cuando Bill y Melinda Gates encargaron al ingeniero Peter Janicki un proyecto singular: construir una máquina que convierta los excrementos en agua. Parecía una locura pero ahora es realidad, y se llama OmniProcessor.
Esta máquina convierte cien toneladas de desechos orgánicos en unos 80 mil litros de agua potable al día, dependiendo de la humedad del material tratado. “En el primer paso lo hervimos a mil grados y descartamos el 99% del combustible. De ahí obtenemos un vapor relativamente limpio que refinamos con filtros muy, muy finos. Luego lo condensamos y lo sometemos otra vez a procesos de limpieza”, explica Janicki, CEO de Janicki Bioenergy.
Esta combinación de tubos y envases metálicos funciona gracias a un complejo sistema sucesivo refinado de los residuos. Aunque su precio aún no ha sido revelado, Janicki espera que en dos o tres años, pueda amortizar su coste en cualquier lugar. De esta manera, una ciudad que compre un ejemplar, evitaría sus residuos fecales y recuperaría agua de forma continua.
Según el ingeniero, la idea no es solo que permita la producción de una gran cantidad de agua al día, sino que también generaría electricidad y patógenos que luego pueden usarse como fertilizante. Pero los beneficios son variados, Janicki también señala que “si nuestras máquinas empiezan a usarse en todas partes, llegará un momento en que no existan desechos humanos y orgánicos que no pasen por este proceso. Eso significa menos contaminación para los ríos y para el medioambiente en general. Esa es la idea”.
El primer OmniProcessor llegará a Dakar el próximo mes, y será operativo a partir de mayo. Además, se pondrá otra en marcha en África occidental. Bill Gates está orgulloso de lo que se ha logrado hasta el momento y ya empezó a compartirlo en la televisión. En el siguiente video, comparte un vaso de agua en el conocido programa The Tonight Show, retando al conductor a que adivinará cuál de ellos tiene el contenido del OmniProcessor.
Fuente: El País.