El Fondo de Pensiones de Noruega (NBIM, por sus siglas en noruego) considerado como el mayor fondo soberano del mundo, tomó una intrépida decisión con la finalidad de desacelerar las inversiones relacionadas con el carbón.
Tras la votación casi unánime del Parlamento Noruego, el NBIM anunció que venderá muchas de sus inversiones relacionadas con el carbón, lo que lo convierte en la mayor institución en unirse al creciente movimiento internacional “divestment” (desinversión).
De ahora en adelante, no invertirá en ninguna compañía que use carbón para generar el 30% de su actividad, a menos que sea una empresa muy grande que genere más debido a la cantidad de su demanda.
La decisión ha sido considerada como un “logro histórico” por organizaciones ecológicas como Greenpeace o WWF, ya que proviene de uno de los países productores de petróleo y gas más importantes.
La medida será aplicada a partir de 2016 y podría afectar hasta 75 compañías en las que se invierten alrededor de 5 mil millones de euros. Entre ellas, estarían involucradas las dos mayores eléctricas de Alemania: E.ON y RWE.
Casos similares
Pero Noruega no es un caso aislado en este movimiento de desinversión. En California, el senador demócrata Kevin de León presentó una propuesta para deshacer las inversiones en empresas de carbón de los dos mayores fondos de pensiones.
Por otro lado, la Iglesia de Inglaterra anunció que hará lo mismo con su fondo de inversión de 14 mil millones de dólare, mientras que la aseguradora francesa AXA, señaló que recortaría 560 millones de dólares de su fondo al dejar de invertir en empresas relacionadas al combustible fósil.
Fuente: The New York Times.