El incremento de los casos de dengue en el mundo, según expertos, es una de las consecuencias del cambio climático, debido a que ahora el mosquito transmisor (Aedes aegypti) se adapta hasta a 2 mil metros sobre el nivel del mar a causa del calentamiento de la tierra, cuando antes solo vivía en lugares de mil metros de altura.
Ante esta situación, el pasado 10 de abril, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación de Brasil, aprobó la comercialización de los mosquitos transmisores (machos) del virus del dengue, alterados genéticamente, para que las nuevas crías mueran antes de llegar a la fase adulta, impidiendo su propagación.
Los acciones estarán a cargo de la firma británica Oxitec, que trabajó con la organización social brasileña Moscamed por tres años. Los dos ensayos desarrollados en Juazeiro lograron la disminución del 81% y del 93% de la población de la especie. Solo las hembras tienen la capacidad de transmitir la enfermedad infecciosa.
Sin embargo, el proyecto ya ha sido criticado por la directora de la organización británica GeneWatc, Hellen Wallace, quien señala que «un intento desesperado de apoyar la biotecnología británica y de recompensar a los inversores de capital de riesgo no debe cegar a los Gobiernos de Reino Unido y Brasil ante los riesgos de esta tecnología». Mientras que el asesor de la organización brasileña de agricultura familiar y agroecología AS-PTA, Gabriel Fernandes, opinó que «no hay datos que demuestren que este mosquito reduzca la incidencia del dengue».
Por su parte, la bióloga molecular del proyecto, Margareth Capurro, aseguró el potencial del insecto y destacó la importancia de tomar precauciones como realizar todos los controles de calidad en la producción. «Como científica, no puedo afirmar que el riesgo sea cero, de la misma manera que una vacuna tampoco tiene una eficacia del 100%», señaló.
Vacuna experimental
La compañía Safoni Pasteur trabajó una vacuna experimental contra el dengue con más de 10 mil voluntarios en Asia. Los primeros datos demostraron un 56% de reducción. «Nuestra meta es hacer del dengue la próxima enfermedad prevenible por vacunación», señaló el presidente y CEO, Olivier Charmeil.
Los resultados serán complementados por otro estudio similar desarrollado en Latinoamérica, que incluyó a más de 20 mil voluntarios de Brasil, Colombia, Honduras, México y Puerto Rico.
Datos:
• Según el Ministerio de Sanidad, Brasil tiene 321 ciudades en situación de riesgo y 725 en estado de alerta ante una posible epidemia.
• No existe una vacuna aprobada. La mejor forma de luchar contra la enfermedad es evitando la propagación del mosquito.
• En América Latina, enferman de dengue más de dos millones de personas por año.
Fuente: El País y Nación.