Un grupo de científicos logró convertir el dióxido de carbono en roca caliza a través del bombeo de CO2 y agua en rocas subterráneas de basalto, según un estudio publicado en la prestigiosa revista “Science”. Esto podría ayudar a hacer frente al calentamiento global.
«Ya no es un gas (…) Básicamente, el CO2 se convirtió en piedra», manifestó el responsable principal de la investigación, Juerg Matter, según declaraciones reproducidas por la agencia AP.
«La captura del carbono no es una solución mágica, pero puede contribuir de forma importante a reducir las emisiones de CO2», añadió Matter.
CarbFix, nombre del experimento que tuvo una duración de dos años y se llevó a cabo a unos 540 metros de profundidad en Islandia, tuvo un costo de 10 millones de dólares.
Entre el 95% y el 98% del CO2 inyectado fue mineralizado en esos 24 meses de duración, algo que fue definido por Matter como “increíblemente rápido”, explica Europa Press.
Hasta antes de los resultados de esta investigación se pensaba que este proceso podía durar miles de años.
(Foto de portada: Juerg Matter)