El óxido nitroso (N2O), también llamado «gas de la risa» es un gas cuya emisión en la atmósfera podría doblarse en unas décadas. Se trata del tercer gas más importante en lo que se refiere a cambio climático.
Este gas, que tiene la propiedad de causar alucinaciones, existe en la naturaleza, sin intervención del hombre, pero las mayores emisiones provienen de la actividad agrícola.
Otras fuentes de emisión son la quema de combustibles fósiles (que produce el 15% de las emisiones) y la combustión de biomasa (11%).
A pesar de que este gas provoca el adelgazamiento de la capa de ozono, la emisión de éste está regulada en el protocolo de Montreal sólo en condiciones muy específicas.
Cifras alarmantes
A pesar de que el óxido nitroso no es tan abundante como el CO2, sus propiedades irradiativas y su capacidad de permanecer por largo tiempo en la atmósfera (aproximadamente 120 años) lo convierten en un factor importante del calentamiento global.
Se calcula que el óxido nitroso tiene el potencial de calentamiento atmosférico de la emisión de 300 gramos de CO2 en un periodo de 100 años.
¿Posibles soluciones?
Agustín del Prado, científico español especializado en el tema, afirma que la tendencia apuntaría al aumento de emisiones ya que los alimentos se desperdician en grandes cantidades.
Además, existe una tendencia de los países en vías de desarrollo a adoptar hábitos alimenticios basados en el consumo de carne.
Optar por un consumo demandante para la agricultura es una forma de combatir el problema. Por otro lado, del Prado sugiere que se eliminen los subsidios que fomentan el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados.
Fuente: EFE Verde