(Publicado originalmente en La ruta del clima) Un nuevo texto del borrador del acuerdo climático global fue publicado el 9 de diciembre a las 3 p.m. en París. La Ciudad Luz es actualmente sede de la cumbre climática, que reúne a 195 gobiernos para negociar en temas de mitigación, adaptación, financiamiento, transferencia tecnológica y creación de capacidades, por citar algunos, los cuales serán la base para que el mundo haga frente a los efectos que traerá consigo el cambio climático. De acuerdo con el Banco Mundial, en países como el Perú, al 2013 se había perdido el 22% de la superficie de los glaciares de la Cordillera Blanca en los últimos 30 años. Por otro lado, países-isla, como Tuvalu, han sido seriamente dañados por inundaciones con el riesgo incluso de desaparecer.
En este marco de negociaciones por un mundo que sobreviva a los efectos del cambio climático, durante la plenaria del 9 de diciembre, en horas de la noche, los países latinoamericanos comunicaron sus posiciones en base al último texto publicado.
A dos días de acabar el proceso, Guatemala, en representación de la Asociación de Países Latinoamericanos y Caribeños (Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, Paraguay y Perú), comunicó que el bloque apuesta por la meta de temperatura de 1.5°C, es decir, que el planeta no incremente su temperatura en más de 1.5 grados centígrados, lo cual permitiría que el mundo pueda adaptarse y sobrevivir a los severos efectos de este fenómeno global. Además, indicó que “Derechos Humanos” y “Equidad de Género”, temas que corren el riesgo de ser retirados del preámbulo del documento, deberían incluirse. Por último, reforzó que se requiere decisión política para lograr un consenso en temas de diferenciación entre países ricos y países pobres, financiamiento climático y la revisión y mejora de los compromisos climáticos de cada país. “Nos llegó la hora de actuar por nosotros mismos” fue el mensaje del Bloque Latinoamericano –Caribeño.
Por otro lado, países como Ecuador, en representación del bloque G77, que incluye a 134 países, expresó la necesidad de actuar no solamente en temas de mitigación, sino también en adaptación. El grupo económico soportó además la meta de 1.5°C, sin embargo solicitó incluir en el texto la situación crítica que representa el cambio climático para el Istmo centroamericano.
Esta meta fue del mismo modo apoyada por República Dominicana, que indicó haberse puesto la “Corbata verde de la esperanza”; y Bolivia, que remarcó: “Si con 1°C perderemos la biodiversidad que tenemos, con un mayor aumento de temperatura perderemos el 50% de la biodiversidad agrícola y 40% de la biodiversidad silvestre”.
Por su parte, Venezuela apoyó el presente texto por considerarlo ambicioso y transparente, felicitando el trabajo realizado en las negociaciones y aclarando su apoyo a la “equidad de género”.
Latinoamérica ha hablado en las mesas de negociación, sin embargo un acuerdo final aún espera al viernes 11 de diciembre.
Cierro este artículo citando las palabras de la Alianza de Pequeñas Islas Estado – AOSIS: “Tenemos que proteger nuestros países y asegurar el futuro de nuestros hijos”. Las puertas de la plenaria se cierran por hoy, para continuar mañana hasta lograr el tan esperado Acuerdo Climático Global.
Por Vanessa Bolívar y Melissa Capcha
Desde París, Francia
(Foto: COP Paris / Flickr bajo licencia Creative Commons)