Viajar en bicicleta no siempre tiene que ser estresante por estar pendiente de que un auto se cruce en tu camino. En estas ciudades con un sistema público de bicicletas, viajar por este medio es placentero. Soñemos un momento y suspiremos por pedalear en sus calles:
1. Amsterdan en Holanda
La bicicleta es el medio de transporte favorito de los holandeses, el 40% de los viajes urbanos se realizan a través de ella y gracias a que hay carriles, señales de tráfico y medidas de seguridad pensadas especialmente para los usuarios, pedalear a donde sea es un placer.
Además, hay un sistema público de alquiler en estaciones distribuidas en toda la ciudad, que pareciera estar diseñada para movilizarlas en subterráneos y trenes. Por ejemplo, en la Estación Central de tren, hay una famosa rampa con espacio para más de siete mil bicicletas que los viajantes estacionan a diario para seguir el viaje en tren.
En el 2006, el censo del gobierno de Amsterdam registró 600.000 bicicletas, y que más del 50% de los viajes son hechos por mujeres.
2. Copenhague, Dinamarca
Esta ciudad tiene un sistema público de bike-sharing, que consiste en un servicio en el que las bicicletas son hechas para compartirse, por ejemplo, podríamos alquilar una bicicleta desde un punto «A» y dejarlas en un punto «B». Cerca de 36% de residentes viaja a través de este medio de transporte hacia su trabajo todos los días.
Hay una red de ciclovías de 350 kilómetros que separan a los ciclistas de los autos por medio de cordones de cemento y 20 km de bicisendas que establecen el lugar preferencial para bicicletas a través de una línea gruesa marcada con pintura. En 2008, la Asociación de Ciclistas de Copenhague hizo la guía Bicycling Parking Manual para ayudar a los usuarios.
Actualmente, están desarrollando un sistema que interconecta el camino que recorren las bicicletas con vías verdes. Contará con más de 100 km exclusivos y 22 rutas en total.
3. Bogotá, Colombia
Si bien un 5% de la población elige una bicicleta para transportarse, 350 mil colombianos se trasladan con ella. Por este motivo, algunos la consideran «la Amsterdam latinoamericana».
Desde 1975, los bogotanos disfrutan cada domingo del cierre temporal de carriles en las principales avenidas, dispuestas para que los ciudadanos utilicen otros transportes alternativos como la bicicleta, el skate o patines (¿les suena familiar en Lima?).
La ciclovía del fin de semana cuenta con 120 km, y las ciclorrutas proveen 300 km de una red que permite moverse por la ciudad de manera rápida y segura pese a la ondulación de las calles.
4. Curitiba, Brasil
En 2007, ocupó el tercer puesto entre las «15 ciudades verdes del mundo», según la revista Grist. Actualmente, posee una bicisenda de 120 km que fueron construidos gracias al plan de transporte público lanzado en 1992. Fueron hechas para que convivan en armonía con el paisaje del río y los valles a ser aprovechados por los ciclistas.
Curitiba también cuenta con su versión de Cycle Chic, liderada por ciclistas urbanos que pelean con la bici como tendencia glamorosa y ecológica para defender el estilo de vida del ciclismo urbano.
5. Montreal, Canadá
Montreal fue la primera ciudad que incorporó un sistema público de bicicletas en Norteamérica. Tiene 400 km de bicisendas, y el sistema se articula con la red de transportes de colectivos y trenes.
Como los ejemplos anteriores, en este lugar hay cosas que están pensadas en los usuarios de bicicletas, como los postes que están hechos especialmente para estacionarlas, señales de tránsito marcadas en las calles y semáforos para los cruces de las bicisendas. Además, las estaciones para alquilar y cambiar de bicicleta se encuentran a una distancia de 300 metros entre sí.
«Bixi» es el nombre que le dieron los ciudadanos al share-biking-system, administrado por una subsidiaria del gobierno local y que es un éxito comercial: se exportó a Melbourne, Toronto y Londres. El sistema se articula con energía solar y un sitio web en el que los ciclistas consultan kilómetros recorridos y ahorro de emisiones de dióxido de carbono.
6. Portland, Oregon, Estados Unidos
En Oregon, al llegar al aeropuerto, las bicicletas están al alcance de los pasajeros. Cerca de un 8% de los ciudadanos la usan como medio de transporte para viajar a sus trabajos, lo que equivale a la mayor proporción en una ciudad estadounidense y supera diez veces el promedio de ese país.
Posee 400 km de bicisendas y cuenta con una red de bicisendas conectada con los barrios urbanos, por lo que un ciclista y un atomovilista comparten las jornadas diarias de transporte.
7. Basilea, Suiza
Es una de las ciudades que tienen un sistema público de alquiler de bicicletas sólido.Cuenta con bicisendas diseñadas para que los ciclistas tengan prioridad de giro y que su relación con los automovilistas sea un poco más clara.
Además de los bicicarriles, hay rutas especiales que conectan otras zonas de Suiza con esta ciudad. Estos caminos están indicados con señales en algunas de las principales intersecciones de la urbe. Para los turistas y amantes de la naturaleza, Basilea ofrece su propia greenway (camino verde) a lo largo del río Rin de 394 km.
8. Barcelona, España
En marzo de 2007, el ayuntamiento lanzó el sistema público de bicicletas coordinado con la red de transporte. Actualmente, alrededor de 30 mil personas adoptaron la bicicleta como medio de transporte habitual.
Un circuito especial recorre todo el perímetro del corazón de la ciudad, además de contar con 100 estaciones para alquilar y estacionar bicis. Con el uso de una tarjeta se puede acceder a cualquiera de las cien estaciones dispersas en la ciudad, que se puede recorrer, estacionar y volver a pedalear.
9. Beijing, China
Como respuesta a la grave contaminación del aire que vive, en 2015, está ciudad contará con 50.000 bicicletas para uso público. En los 80’s, una de las reformas económicas más importantes de China se relacionó con el transporte: 8 de cada 10 ciudadanos de Pekín usaban la bici como medio principal para viajes interurbanos.
Con la creciente congestión de tránsito y la polución ambiental, la agenda oficial intenta revitalizar la desafiante cultura de bicicletas que supo tener Pekín. El pasado mes de enero, la ciudad adoptó el plan Movimiento Verde con el objetivo de lograr que un cuarto de la población (17 millones de personas) vuelva a montar sus bicis en 2015, contra el 19,7% actual. Las autoridades también se comprometieron a ofrecer, en un plazo de cinco años, cerca de mil estaciones de alquiler para 50.000 bicicletas.
10. Trondheim, Noruega
La tercera ciudad más poblada de Noruega tiene la bici como amiga pese a su ondulada topografía, que obliga a pedalear cuesta arriba. Trondheim dio una solución novedosa al problema: ascensores de bicicleta que funcionan como teleféricos y trasladan a los ciclistas a lo largo de las zonas elevadas. Los ciudadanos de Trondheim están orgullosos de su elevador de bicicletas, llamado «Trampe».
Durante los últimos veinte años, la inversión en la infraestructura para bicicletas fue de 3,5 millones de dólares. Esta ciudad, ecológicamente orientada, cuenta con su propio sistema de alquiler de bicicletas para viajes hacia el trabajo o la escuela. Así, el 18% de la población utiliza esta vía como medio de transporte, y un 90% de los 30.000 estudiantes se mueven en dos ruedas.
El objetivo del Gobierno de Noruega es elevar el uso de la bicicleta a un 8% para 2015.
Fuente: conexionbrando.com