Imagen: NASA’s Goddard Space Flight Center
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica anunció esta semana que el agujero de ozono antártico alcanzó, el 26 de septiembre de 2013, su extensión máxima en lo que va del año.
Pero a pesar del gran tamaño alcanzado en esta fecha, es 6% más pequeña que el promedio calculado a partir de 1990, afirmó la NASA.
La causa de esta disminución es el clima de la zona del extremo sur del planeta. Paul Newman, científico atmosférico de la NASA, afirmó que las cálidas temperaturas permitieron que no se formen nubes. Estas suelen actuar como depósitos de compuestos clorados y bromurados, sustancias tóxicas provenientes de productos hechos por el hombre que son responsables de la disminución del ozono.
«Es como ver el Pac-Man comiendo galletas, donde las galletas son el ozono y los átomos de cloro son el Pac-Man», declaró Newman a la agencia AP.
Los encargados de la investigación aún no pueden determinar si los cambios en el tamaño de la capa de ozono están relacionados con el calentamiento global causado por el hombre.
Si bien la situación no ha empeorado desde que se descubrió el fenómeno, aún no se puede decir que la capa de ozono se está recuperando.
Una capa que nos protege
La capa de ozono es una región de la estratosfera donde la concentración de ozono es alta. El ozono tiene la cualidad de absorber la luz ultravioleta, la cual puede causar cáncer de piel y quemaduras de sol. El daño también puede verse en plantas y en plancton.
La causa del crecimiento del agujero es la proliferación de sustancias químicas llamadas clorofluorocarbonos (CFC ). Es a partir de la década de 1980 que los científicos detectaron por primera vez una disminución de las concentraciones de ozono sobre la Antártida.
Desde entonces se viene rastreando el tamaño de este agujero. Como se ve en este video, a lo largo de solo algunos meses el tamaño del agujero puede variar grandemente.
Este descubrimiento condujo a la firma del Protocolo de Montreal en 1987. Gracias a él, 197 países acordaron eliminar el uso de estas sustancias, usadas principalmente en la industria de la refrigeración.
