Los océanos cubren dos terceras partes del planeta y absorben gran parte del impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero a través del calentamiento de la atmósfera y la acidificación directa, que tiende a tener un perfil más bajo. Este fenómeno ha provocado casi un billón de dólares en daños a los arrecifes de coral en un año, según un informe realizado por expertos en todo el mundo y recopilado por científicos británicos.
Murray Roberts, co-editor del informe y profesor de la Universidad de Edimburgo Heriot-Watt, señaló que «Al final del día, la única manera de hacer frente a la acidificación del océano es reducir las emisiones de CO2. Pero para que esto suceda la gente primero debe ser consciente de que la acidificación del océano es un tema importante.»
¿Y qué tan importante es? Para el copresidente de Global Ocean Commission, David Miliband, «no puede haber solución al desafío del cambio climático sin un océano saludable». Así declaró durante la cumbre climática de la ONU en Nueva York el mes pasado. Datos del informe indican que la acidificación del océano ha aumentado alrededor de un 26% desde la época preindustrial, a una velocidad que no tiene precedentes en los últimos 66 millones de años.
Uno de los temas que más preocupan a la sociedad científica es el cuidado de los arrecifes de colar, que son particularmente sensibles al nivel de PH cambiante. Unas 400 millones de personas dependen de arrecifes de coral tropicales para sus vidas, mientras que los corales de agua fría en Europa evitan que los tiburones estén en peligro de extinción.
Fuente: RTCC.org