El Mundial de fútbol Brasil 2014, el más contaminante de la historia de acuerdo a las estimaciones de la FIFA, fue también el más sostenible y sentó «un precedente en la gestión ambiental de los grandes eventos deportivos», dijo hoy la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.
La funcionaria, en una rueda de prensa en Río de Janeiro, calificó como un éxito los planes del Gobierno brasileño para reducir el impacto ambiental del campeonato de fútbol y destacó que los ministerios del Medio Ambiente, Deportes, Turismo y Desarrollo Agrario trabajaron juntos mitigación.
Según la ministra, el Gobierno estableció varias líneas de acción para garantizar la sostenibilidad ambiental del Mundial, como la construcción de estadios con tecnologías ecológicas certificadas.
De acuerdo con Teixeira, una de las líneas de acción más destacadas fue la inauguración en Sao Paulo de la primera planta de separación de residuos sólidos de América Latina.
«En materia medioambiental, el Mundial es un tremendo legado», dijo la ministra.
La funcionaria aseguró que el estadio Castelão de Fortaleza, en el nordeste de Brasil y una de las doce sedes de la competición, fue el primero del mundo en obtener el certificado LEED de diseño sostenible.
Tal certificación también fue otorgada a los estadios Fonte Nova de Salvador, Arena Pernambuco de Recife, Maracaná de Río de Janeiro, Mineirao de Belo Horizonte y Arena Amazonía de Manaos.
Ello debido a que los estadios construidos o modernizados para el Mundial adoptaron tecnologías para aprovechar el agua de lluvia, la luz solar, las fuentes renovables de energía y la iluminación de bajo consumo energético, entre otras.
Al ser interrogada sobre los planes para reducir las emisiones contaminantes al mismo tiempo que aumenta el consumo debido a la reducción de la pobreza, la ministra respondió que «no existe calidad de vida sin calidad medioambiental», y explicó que «Brasil está apostando en sostenibilidad pese a no recibir el reconocimiento de los países desarrollados».
El director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, felicitó en la misma rueda de prensa al Gobierno brasileño por el éxito del «Green Passport», una iniciativa para promover el turismo sustentable durante el Mundial, en el que eran esperados cerca de 600.000 visitantes extranjeros.
«Los próximos campeonatos mundiales de fútbol se inspirarán en Brasil en materia de medio ambiente», declaró Steiner.
La FIFA estima que el Mundial de Brasil 2014 generará un total de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, cifra que triplica las emisiones del campeonato de Alemania 2006 y casi dobla los 1,62 millones de toneladas métricas de CO2 del campeonato mundial celebrado en Sudáfrica 2010.
El ente rector del fútbol mundial achaca el 84% de las emisiones de este Mundial a los desplazamientos de los visitantes a lo largo de la enorme geografía brasileña.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el Mundial contaminará el equivalente a 534.000 vehículos circulando durante un año.
Río de Janeiro, 10 jul (EFE).-