Por Mark Tercek, de The Nature Conservancy’s President y CEO.
Hay muchas razones para ser optimista hoy 22 de abril, en el día de la tierra.
A lo largo de encuestas alrededor del mundo, se descubrió que cada vez más personas generan nuevas zonas de conservación. Además, cada vez más comunidades incorporan a la naturaleza en sus planes para reducir los riesgos de desastres naturales. Fuera de EE.UU, las políticas en torno a mitigar el cambio climático están trascendiendo y es una de las preocupaciones principales de varios países.
Gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, sabemos más que nunca sobre los desafíos ambientales que enfrentamos y la forma de abordarlos.
Entonces, ¿podemos hacer un esfuerzo para aprovechar este 22 de abril y celebrar?
Los complejos desafíos a los que nos enfrentamos requieren una amplia gama de soluciones. Y mientras más soluciones, mejor. Es alentador saber que diversas ONG´s ambientales abordan estos desafíos desde diversos ángulos.
Aunque nuestras filosofías pueden ser diferentes, todos estamos trabajando hacia un mismo objetivo: un planeta verde y saludable, donde las personas y la naturaleza prosperen.
¿Cómo nos acercamos a esta meta? The Nature Conservancy lo resume en tres palabras: proteger, transformar e inspirar.
Proteger
Siempre ha sido una de las principales estrategias del movimiento ambiental proteger y restaurar lugares importantes. Que incluye tanto la reconstrucción de un arrecife de ostras como la replantación de un bosque o la restauración de un pastizal. Este trabajo es fundamental.
Centramos cada vez más nuestros esfuerzos en los paisajes enteros, las cuencas hidrográficas y paisajes marinos, enfocándonos en un puñado de lugares de todo el mundo en el que creemos que hay una oportunidad para crear un cambio transformador.
En 2007, por ejemplo, Adirondacks – un macizo montañoso de los Estados Unidos en el noroeste del estado de Nueva York– completó un histórico acuerdo que compró 161.000 hectáreas de bosques maderables por 110 millones dólares. Desde entonces, se han desarrollado planes complejos para que la tierra logre equilibrar las necesidades de la vida silvestre.
Hoy, las acciones de gran escala y la estrecha colaboración con los actores locales son las claves para el éxito a largo plazo.
Transformar
Una buena estrategia es ayudar a que otros utilicen la naturaleza de forma más sostenible, incluyendo a aquellos con grandes huellas ambientales. Con la ciencia inteligente, existe la oportunidad de ayudar a transformar la forma en que las empresas, los gobiernos y las comunidades utilizan la naturaleza.
En América Latina, por ejemplo, la empresa embotelladora FEMSA se asoció con The Nature Conservancy, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial para expandir un modelo de éxito desarrollado con éxito en Quito y Ecuador.
La estrategia, llamada “fondo de agua”, proporciona un mecanismo a través del cual las empresas de servicios públicos, fábricas de cerveza y otros usuarios intermedios dan de manera voluntaria fondos para la conservación de bosques y cuencas aguas arriba.
El resultado es buenísimo: las empresas ahorran dinero al evitar el tratamiento de aguas industriales costosas, el agua se mantiene limpia y fluye a las comunidades locales y un importante hábitat de vida silvestre se protege.
Inspirar
Para aumentar la escala de las estrategias que he descrito más arriba, se necesita más gente del lado verde. Muchos de nosotros, amamos a la naturaleza por sí misma y es una razón importante para protegerla. Pero para llegar más allá de nuestros intereses, se requiere otros valores y motivaciones.
Una buena noticia: la mayoría de la gente reconocen los muchos beneficios que la naturaleza proporciona a la gente. En una encuesta reciente, 9 de cada 10 usuarios calificó a la naturaleza como «extrema» o «muy importante». Si se aprovecha este apoyo, se puede cambiar la forma en que hablamos de la conservación de manera simple.
Es por eso que constantemente encuadramos nuestro trabajo alrededor de la naturaleza. Además de su valor intrínseco, la naturaleza nos provee de una gran cantidad de beneficios, desde el aire que respiramos, el agua que tomamos y el suelo donde vivimos, hasta protegernos de las inundaciones y las tormentas de los espacios verdes que enfrían las zonas urbanas.
Por último, tenemos que invertir en líderes que conserven el mañana. Y esto empieza con sacar a los jóvenes al aire libre.
Así que ¿qué puede hacer este Día de la Tierra para ayudar a proteger, transformar e inspirar ?
En primer lugar, apoya a una organización ambiental de tu elección. Según el Global Canopy Programme, la necesidad financiera actual para apoyar los esfuerzos mundiales de conservación es de aproximadamente 290 mil millones dólares por año. Sin embargo, sólo alrededor de $51 mil millones se dedica a estas actividades cada año, principalmente de fuentes públicas y filantrópicas.
En segundo lugar, comprométete como voluntario para una organización de conservación o ponte en contacto con funcionarios públicos para mostrar tu apoyo a la financiación pública para la conservación.
Haga oír su voz. Llame a su congresista, escriba a su senador o asista a una reunión en la municipalidad. Usted puede hacer una diferencia para los programas que protegen a nuestros parques nacionales y monumentos, nuestras áreas nacionales de vida silvestre, nuestras costas y vías fluviales.
En tercer lugar, saca a los niños pequeños al aire libre. Un estudio reciente financiado por Disney muestra que el 82 por ciento de los padres piensa que la naturaleza es «muy importante» para los niños, pero la mayoría de los niños pasan solo dos horas en la naturaleza por semana.