Entre las regiones con mayor vulnerabilidad están Huancavelica, Junín, Cusco y Puno. Mientras que en Lima, los ríos Rímac, Chillón y Lurín tienen más de 30 puntos críticos.

Redacta: Milagros Berríos Ch.

huaycoweb

Durante el verano se intensifican las lluvias en la Selva Alta y la cordillera occidental de los Andes, aumentando el riesgo de inundaciones o huaicos como el del miércoles 1 de enero en La Convención, Cusco.

En la misma fecha, el desborde del río Caychihue también alertó a la población de Madre de Dios. Así, a solo dos días de iniciado el año, más de 50 familias, vías de comunicación y servicios básicos han resultado afectados por estas emergencias que continuarán en los siguientes meses. Según el meteorólogo del Senamhi, Miguel Vara, los picos máximos de precipitaciones se registrarán en febrero. No obstante, la temporada se mantendrá hasta marzo próximo. «En Lima, por ejemplo, las lluvias han comenzado en Yauyos y Huarochirí, pero solo de manera intermitente», indicó.

En base a las emergencias por efecto de las lluvias que se han registrado en los últimos diez años, el Instituto de Defensa Civil (Indeci) ha realizado un mapeo, el cual es liderado por la Cuenca Mantaro y la Intercuenca Alto Apurímac. Así, entre las regiones con mayor riesgo están Huancavelica, Junín, Cusco y Apurímac.

Para la meteoróloga Teresa García, también son zonas vulnerables aquellas donde se  ha cambiado el uso del suelo. «Los árboles ya no cumplen el rol principal de retención de agua», detalla la experta.

Alerta en la capital

En Lima, la temporada de lluvias será más intensa entre enero y febrero. Esto generará el aumento del caudal en los ríos Rímac, Chillón y Lurín, los cuales tienen más de 30 puntos críticos ante una emergencia.

Según Defensa Civil, entre las zonas de riesgo se hallan las quebradas Pedregal, Quirio y Morón, en Chosica y Chaclacayo; el asentamiento humano San Diego, en San Martín de Porres; y Pachacámac.

Alberto Bisbal, director de preparación de Indeci, detalla que los desbordes de los ríos se pueden controlar con la limpieza de cauces; sin embargo, hoy la medida ya es tardía. «Se debió iniciar en julio. Ahora solo queda preparar a la población», puntualizó.

En el Cusco

Tras el huaico en el distrito de Quellouno, a 10 se ha elevado el número de casas destruidas y 50 inundadas.

Decenas de damnificados permanecen en la institución educativa José Olaya.

Los afectados no cuentan con agua potable.

El clima ha mejorado; sin embargo, el cerro Hatumpampa continúa cediendo.

 

Cortesía de diario LA Republica

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