Mientras la ONU y los países interesados en mitigar el cambio climático luchan por llegar a su objetivo en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2020, Japón parece no sólo debilitar este intento, sino hacerlo casi imposible.
El gobierno Japonés dijo el día de hoy (viernes 15 de noviembre) que dejaría su meta de reducir sus emisiones en 25% y que sólo las reduciría en 3.8%.
Si el gobierno japonés continua con esta decisión, sus emisiones se incrementarán en un 3.1% del año 1990 para el final de la década (El año base con el que se miden y comparan las emisiones de efecto invernadero).
Para que Japón cumpla con su meta realizada en el protocolo de Kyoto, tendría que reducir sus emisiones en 3.8% en comparación con el 2005. Pero, ya que las emisiones del país aumentaron en 7% entre 1990 y 2005, en realidad ha crecido en 3.1% (En comparación con sus emisiones de 1990).
Estas cifras demuestran que Japón está muy lejos de su inicial objetivo plasmado en el protocolo de Kioto, cuando prometió reducir sus emisiones en 6% en base a los niveles de 1990.
WWF advirtió que esta decisión podría tener un efecto devastador en las conversaciones realizadas en la conferencia de las Naciones Unidas, que actualmente se realizan en Varsovia.
Por esta razón, en enero, la ONU volverá a calcular la meta de emisiones para el 2020 ya que la nueva decisión de Japón cambiaría de manera drástica sus cálculos. Más aún cuando sus emisiones de carbono se han intensificado al perder muchas de sus plantas de energía nuclear.
“Condenamos esta acción destructiva de los japoneses”, le dijo Naoyuki Kamagishi de WWF a la prensa el día de hoy. (Viernes 15 de noviembre).
Kamagishi agregó que las expectativas en Varsovia se han visto muy perjudicadas con la decisión de Japón.
“Ahora vemos que Japón va a reducir nuestras ambiciones en una dirección completamente opuesta, por lo que tendremos que cambiar nuestra versión del gobierno”, recalcó.
Jake Schmidt, por su parte, le pidió a Estados Unidos que trate de cambiar la decisión de Japón.
“Si Japón debilita sus objetivos y Estados Unidos no los critica públicamente, que dice eso del compromiso ambiental de otros países?” twiteo Schmidt.