Cortesía de AFP
El viernes 13 de diciembre, Medio Oriente recibió una tormenta de nieve de una virulencia excepcional que paralizó en mayor parte a Jerusalén, afectando a miles de sirios, refugiados del conflicto en países vecinos.
La situación en la cordillera central que cruza Israel y Cisjordania de norte a sur es de completo aislamiento, el cual afectó a decenas de pueblos y ciudades por más de 36 horas.
Comenzó con una lluvia muy intensa, seguida de una nevada -que solo se avistó en Canadá o el norte de EEUU-, y que en un lugar como Jerusalén, por más preparado que estuviera, se vio absolutamente afectado.
Los vientos hicieron que la nieve cayera inclinada en 45 grados. Y la policía pidió a todos los habitantes que no salieran en autos particulares a la calle. Se habilitaron refugios para los que salieron a jugar con la nieve y tuvieron que dejar sus autos abandonados en las rutas.
El vendaval ha causado medio centenar de heridos, mientras miles de personas han tenido que abandonar sus hogares en busca de refugio en colegios y centros de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Servicios afectados
La Dirección Israelí de Emergencias informó que más de 25 carreteras se cortaron por la nieve acumulada, ya que los puntos más altos de nieve superaron los 70 centímetros. Entre ellas están la autopista número 1, que conecta Tel Aviv con Jerusalén, y la 443, donde desde el jueves hay numerosos vehículos abandonados que obstruyen el tráfico,
Los servicios de emergencia y del ejército rescataron de ambas carreteras más de 1.500 personas atrapadas por el temporal el jueves y el viernes. Ayer, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el ejército israelí crearon un centro conjunto de mando para prestar asistencia a la población palestina y a los colonos.
Los cortes de electricidad son también continuos en ambos territorios. En Israel, unas 40.000 familias se ven sin suministro desde ayer, sobre todo en lugares donde el temporal está siendo más duro y el fuerte viento ha tumbado postes de comunicaciones y electricidad.
La situación de emergencia ha alentado la inusual decisión del Gobierno israelí de permitir que el servicio de trenes funcione en la jornada de “shabat”, día de descanso en el judaísmo, para evacuar a las familias que quedaron atrapadas en Jerusalén.
(imagen de AFP)
Refugiados Sirios afectados:
La ola de frío, que azotó la región desde el jueves, afectó especialmente a los refugiados sirios, quienes padecieron temperaturas glaciales, en especial, en las regiones montañosas de Líbano, cubiertas de nieve.
En Siria, un bebé y un niño fallecieron el jueves de hipotermia en Alepo, la capital del norte, y en Rastán, bastión rebelde en la provincia de Homs (centro), según la opositora Coalición Nacional Siria.
