Un estudio de PIK (Potsdam Institute for Climate Impact Research) sostiene que la Amazonía, el Mediterráneo y África Oriental son las regiones donde se podría experimentar cambios severos por el cambio climático.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan, al final de este siglo, una de cada 10 personas de estas regiones vivirán en un lugar de alto impacto o crítico.
Otro estudio, publicado en internet por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), señala que el peligro será más grave si son afectados el rendimiento de los cultivos, la disponibilidad de agua, el ecosistema y la salud.
“La superposición de los impactos del cambio climático en diferentes sectores tiene el potencial de presionar a los pobladores afectados de estas regiones a cambiar sus hábitos de vida”, dice Franziska, autor del PIK. «Por eso nos centramos en efectos multisectoriales alrededor de todo el mundo, que se puedan sentir tanto en los países desarrollados como en países en vías de desarrollo», agrega.
Lo que hoy es considerado extremo podría ser el nuevo normal
El estudio de PIK es el primero en identificar los puntos más afectados de la Amazonía, el Mediterráneo y África Oriental, a través de un sistema computarizado que observa en simultáneo el cambio climático y los impactos que genera.
Para conseguir estos datos, se juntaron modelos de grupos, bajo el nombre de ISI-MIP, de todo el mundo. Es un esfuerzo sin precedentes para obtener un panorama claro de cuáles son los riesgos en marcha para la humanidad. El objetivo es sentar las bases para futuros análisis de las consecuencias del calentamiento global.
Usando los descubrimientos de disponibilidad de agua durante los últimos treinta años –señala el coautor del estudio, Qiuhong Tang, de la Academia China de Ciencias– se eligieron los tres años de mayor sequía para crear el umbral de un modelo “severo”. Y, al hacer proyecciones futuras, en el contexto del calentamiento global, este modelo severo se repetiría tanto que llegaría a ser considerado “normal”. (Sobre todo en el caso del Mediterráneo).
Un aumento de la solidez y difusión de los resultados
La combinación de impactos múltiples y diferentes modelos climáticos diversos están en crecimiento –a pesar de aparentar una contradicción–. Ambos conforman la solidez y la difusión de los resultados.
Por ejemplo, en África, se puede tener una perspectiva de gestión del riesgo, incluso un pequeño aumento de temperatura puede conducir a pérdidas adicionales que muchos pequeños agricultores no pueden permitirse.