Madre de Dios, mayo, 2015. 11 distritos de la región son declarados en emergencia por el Estado peruano por el alto grado de existencia de mercurio en el ambiente. Debido al consumo de peces contaminados, se identifica un gran número de niños afectados.
Pasco, agosto, 2015. Estudios demostraron que los niños del distrito Simón Bolívar han sobrepasado el límite permitido de plomo en la sangre -según la OMS-, lo que perjudicará su salud por el resto de sus vidas.
Loreto, febrero, 2016. Mientras el derrame de petróleo en Bagua (Amazonas) afecta la integridad de los niños, se descubre que, luego de un nuevo derrame en la localidad de Cuninico, menores de edad están participando en la limpieza y recojo del crudo.
Piura, marzo, 2016. Debido a las altas temperaturas registradas en el norte del país, murieron 7 niños como consecuencia de los golpes de calor.
Puno, junio, 2016. Solo en este departamento, la ola de frío y heladas mató a 16 niños.
Y en este listado se incluyen solo algunos acontecimientos de los últimos 18 meses…
Crisis ambiental
“Nos sentimos indignados al saber que nuestros derechos no se están cumpliendo. Y, aquí, todos somos culpables”, reclama una niña de 10 años. Se trata de Valeria Vásquez, de la Red Infanto Juvenil por el Buen Vivir (Redinjuv), quien participó del conversatorio “Derechos ecológicos de la niñez. ¿Cómo afecta la crisis ambiental los derechos de la niñez?”, que se realizó el miércoles 12 de octubre, y fue organizado por la Terre des hommes Alemania (TDH) y Comunicaciones Aliadas.
La Oroya, 2015.
Y es que no cabe duda de que la violencia ambiental vulnera los derechos de la niñez. Según información de Comunicaciones Aliadas, 3 millones de niños mueren al año a causa de problemas ambientales, de los cuales 1.6 millones están relacionadas a enfermedades relacionadas con el agua.
Y los países con gran biodiversidad, como el nuestro, son los vulnerables al cambio climático y, por lo tanto, los más afectados. En el Perú, 16% de niños menores de 36 meses sufren de problemas respiratorios y un 19%, de enfermedades diarreicas relacionadas con el higiene y calidad de agua.
“Un ambiente sano para la niñez es lo único que garantiza todos sus derechos (…) No podemos dejar a las futuras generaciones sin un hábitat sano y vivible. Por eso, tenemos que actuar ahora (…) Aunque también es un hecho natural, el cambio climático es, principalmente, un hecho humano”, señala Marco Bazán, coordinador en Perú TDH-Alemania. En ese sentido, explica que las nuevas generaciones no reclaman una sociedad más justa -como muchos tendemos a creer- sino una sociedad más sana.
¿Hay solución?
Grimaldo Rengifo, de la Plataforma peruana de copartes de TDH-Alemania, plantea la necesidad de agregar la violencia ambiental a las denuncias de violencia a la niñez que se presentan en las Demuna. “Se reciben denuncias físicas, psicológicas y sexuales, nosotros queremos que se incorpore el tema de la violencia ambiental”, explica.
De acuerdo con la definición de TDH-Alemania, se entiende que “la violencia ambiental es una manifestación de una conducta estructural de personas, Estados o corporaciones de tratar a la naturaleza como un recurso a ser explotado, sin consideración por su regeneración armoniosa ni el bienestar de quienes viven en el entorno”.
Asimismo, durante el conversatorio se planteó también la posibilidad de crear una Defensoría adjunta de los derechos ecológicos de la niñez en la Defensoría del Pueblo.
Para lograr un cambio, se requieren acciones con la niñez, pero también acciones con la naturaleza. Es necesario cambiar esa relación utilitaria marcada, muchas veces, por el dominio, el manejo y la explotación. “Para vivir en armonía con la naturaleza, tenemos que repensar el fin último de la educación. Necesitamos una educación cultural y ecológicamente sensible”, apunta Grimaldo.
El dato:
Si te interesa este tema, no dejes de leer el informe “La protección de los derechos ambientales del niño, elaborado por Terre des hommes Alemania, en este enlace.
(Foto referencial: SPDA)
