La densa capa de contaminación cubre alrededor del 15 por ciento del gigante asiático, sobre todo los municipios de Pekín y Tianjin (noreste), y algunas zonas de las provincias de Hebei, Shanxi y Shaanxi (norte), Shandong (este), y Henan (centro), publica hoy el diario oficial “Global Times”.
El Centro Nacional Meteorológico advierte de que se espera que la contaminación se mantenga en niveles elevados hasta el jueves.
Contaminación: 16 veces superior a lo recomendado
Con un índice actual de contaminación en Pekín hasta 16 veces superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud, la capital china está desde el viernes en alerta naranja por la polución, la segunda más grave tras la roja, y que se ha activado por primera vez.
Una mujer se protege de la contaminación con una bufanda mientras cruza un paso elevado en Pekín (China) hoy. EFE/Rolex Dela Pena
La alerta naranja implica, entre otras cosas, la cancelación de actividades deportivas en el exterior en colegios y guarderías y la recomendación a niños y ancianos de que no salgan a la calle, pero no se suspenden las clases ni se prohíbe circular a los vehículos gubernamentales, medidas que están reservadas para la roja.
Aunque se han cerrado centenares de fábricas en la capital y en otros puntos del país, se ha suspendido la cocina al aire libre y las autoridades recomiendan a los ciudadanos que no utilicen sus vehículos particulares, la situación no mejora, lo que eleva la preocupación de que las medidas previstas por el Gobierno no sean suficientes.
Inspección del plan de contaminación
El Ministerio de Protección Medioambiental ha enviado a doce equipos de inspección a las regiones afectadas para revisar cómo han puesto en marcha los gobiernos locales el plan contra la contaminación aprobado por el gobierno central el pasado septiembre, subraya el “Global Times”.
Los equipos inspeccionarán las principales industrias contaminantes para ver si han suspendido sus actividades, tal y como se ha ordenado, y el Ministerio señala que “se divulgará cualquier violación”.
Para mejorar la situación a largo plazo, algunos expertos chinos recomiendan al Gobierno que mejore el sistema de alerta de las estaciones meteorológicas, de forma que la contaminación pueda prevenirse de forma más efectiva y se advierta a la población con más antelación.
Es la opinión de Ma Jun, director del Instituto de Asuntos Medioambientales, quien sugiere, en declaraciones al “Global Times”, más transparencia en los protocolos de reducción de la contaminación, como que las fábricas que más contribuyen a la misma revelen sus niveles de emisión al activarse un plan de emergencia.
Otros expertos como Wang Jinnan, vicepresidente de la Academia para la Planificación Medioambiental china, insisten en la importancia de que el “público sea informado sobre todos los detalles de los planes de emergencia contra la contaminación para que puedan ayudar a su control”, dice al “Global Times”.
Pese a no tratarse de una circunstancia nueva para los habitantes de China, no deja de ser menos incómoda y preocupante, y estos días, como ocurrió en enero del pasado año al alcanzarse picos históricos de contaminación, se han disparado la venta de mascarillas y las visitas a los hospitales por problemas respiratorios.
Los expertos consideran que la única solución es que la segunda economía mundial, el mayor consumidor de carbón del mundo, reduzca de forma paulatina su dependencia de las industrias pesadas y apueste por un modelo de energía mixta.
Las industrias pesadas, entre ellas los sectores de la construcción y el manufacturero, supusieron el 46 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012.
“China debería rebajar esta cifra hasta 9 puntos porcentuales entre 2013 y 2030 si quiere cumplir su objetivo de reducción de la contaminación”, señala Ma.
Si bien el plan de mejora medioambiental que el Gobierno aplica desde el pasado año hasta 2017 prevé este tipo de medidas, e incluso promete cerrar hasta 300 industrias contaminantes sólo en Pekín para entonces, la visibilidad de sus efectos aún se tomará su tiempo.
Fuente: EFEverde