Escribe Pedro Solano @PedroPsolano
Director Ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
Los tres primeros días de la COP han estado llenos de eventos, reuniones y anuncios que dejan la impresión que esta verdad incómoda del cambio climático está totalmente instalada en el mundo de hoy. Nadie discute el fondo, pero obviamente las formas aún son materia de largos debates. En esa cuestión de formas es que los rumores de “comas más, comas menos” marcan la negociación del Acuerdo de París. Y es que existe aún una gran diferencia entre participar y comprometerse, y los países aún no definen del todo cómo se van a vincular en esta cruzada mundial.
En el primer día se vio primero una presencia abrumadora de Presidentes y jefes de Estado, sumado a reyes y príncipes, declarando a favor de la necesidad de enfrentar ahora el cambio climático. Entre aquellos, nuestro Presidente, Ollanta Humala, aprovechó sus pocos minutos para destacar la creación reciente del Parque Nacional Sierra de Divisor. El Ministro francés y presidente de la COP21, Laurent Fabius, contó con mucha ilusión que espera tener un borrador de acuerdo para este sábado 5. En el Forum de Vulnerabilidad Climática, 43 países altamente vulnerables acordaron ser carbono neutrales para el 2050 para de esta manera liderar un modelo sobre un tema que los afecta sobremanera pese a no ser directamente responsables en la mayoría de los casos.
El segundo día tuvo una línea transversal de bosques donde para el Perú los anuncios más importantes han estado del lado del desembolso del fondo Noruega-Alemania de los primeros 5 millones de dólares para el Programa Bosques y el lanzamiento de la incubadora de Proyectos REDD.
En el tercer día se habló de resiliencia y hubo varios eventos para entender las contribuciones nacionales y su implementación. Se lanzó además la Plataforma Latinoamericana de Energías Renovables y se firmó el Pacto del Agua.
Es muy destacable la relevancia de Perú en la COP; con un Pabellón en actividad permanente todo el día; la agenda de acción Lima-París instalada en discusiones de alto nivel, días temáticos sobre bosques y resiliencia organizados por nuestro país; constantes menciones y reconocimientos por parte de la Presidencia francesa; activo rol en la facilitación del diálogo global; y finalmente una delegación importante, integrada tanto por representantes de gobiernos como de la sociedad civil.
La sede de la COP y del espacio paralelo “generaciones por el clima” parecen una versión ampliada de la COP de Lima, con ideas comunes como apostar por informar al ciudadano de a pie o proveer un pabellón indígena. Todo a una escala mayor por supuesto: en París hay 40.000 personas acreditadas, a diferencia de Lima donde hubo la tercera parte. La seguridad está muy presente aunque no resulta excesiva ni asfixiante.
Esto recién empieza y los retos de los 10 días próximos siguen siendo aprobar un acuerdo climático que rija a partir del 2020, fijar un esquema de reporte y monitoreo a las 185 contribuciones nacionales hasta hoy presentadas, establecer mecanismos para la ambición pre 2020 y precisar algunas zonas grises del Fondo Verde del Clima y las finanzas climáticas. El tema de daños y pérdidas no parece estar muy presente aún en la ambición específica de esta COP, pero obviamente es algo crucial para terminar de poner todas las fichas en la mesa de la gran negociación climática.
(Fotos: Minam y COP PARIS / Flickr)