GOBIERNO PARAGUAYO ANUNCIA ENVÍO DE AGUA Y VÍVERES AL CHACO DEBIDO A SEQUÍA

 

Fuente: EFEVERDE

La vasta región occidental de Paraguay, la menos poblada del país pero que ocupa más de la mitad del territorio, alterna épocas de aridez y sequía absoluta, que deja a decenas de miles de personas sin acceso a agua para la producción de alimentos, con tremendas inundaciones que anegan la zona y dificultan durante meses la vida en el lugar.

Estas inclemencias climáticas cíclicas obligan a las autoridades paraguayas a dar asistencia casi permanente a buena parte de la población, en su mayoría compuesta por comunidades campesinas e indígenas, aunque también de grandes productores de ganado extensivo y cultivos de soja.

Cactus y árboles secos, un calor sofocante, polvo arenoso volando en el aire cálido y los mosquitos son las características de este entorno donde actualmente hay unas 5.000 personas precisando asistencia de primeros auxilios con urgencia, según declaró el director de operaciones de la Secretaría Nacional de Emergencias (SEN), Aldo Saldivar.

La SEN trabaja desde hace dos meses en el traslado y distribución de agua, sin embargo en la última semana la situación se volvió crítica, en siete días se llevaron 1,6 millones de litros a la zona ya que las reservas del lugar están vacías, mientras que casi la misma cantidad se requirió poco después, en solo tres días.

El departamento norteño de Villa Hayes ya se había declarado en emergencia por sequía la semana pasada, y ahora la falta de agua se extiende también a Boquerón y Alto Paraguay, especialmente a las comunidades desprotegidas de campesinos e indígenas, ya que los ganaderos cuentan con reservas de agua para estos casos, que suceden de forma recurrente en la zona.

La Cámara de Senadores de Paraguay declaró el jueves la “situación de emergencia por la sequía” en los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay para que durante los próximos noventa días la zona reciba ayuda estatal.

El líder comunitario Martín Carrera, director de la escuela infantil Inmaculada Concepción, del municipio de San Agustín, un pueblo situado en el extremo noroccidental de Paraguay, en el departamento de Boquerón, fronterizo con Argentina y Bolivia, describió la situación a Efe como “difícil y preocupante”.

En esta pequeña localidad de unos cuatrocientos habitantes, situada a siete kilómetros del río Pilcomayo, la principal preocupación es la sequía :se ha quedado sin agua en los tajamares, o pozos superficiales de donde beben sus animales, dejando a sus habitantes en una situación de dependencia pues la mayoría se dedica a la ganadería.

“Para la extracción del agua necesitamos combustible porque algunos de nuestros generadores no funcionan, pero eso implica gasto y no tenemos recursos económicos ni para eso”, añadió Carrera.

Además de la SEN, organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), dependiente de las Naciones Unidas, lleva un año dando apoyo a varias comunidades de la región que sufrieron inundaciones el año pasado y hace unos meses con su iniciativa “Alimentos por trabajo”.

“Las comunidades identifican unas obras que necesitan para recuperar sus medios de vida y nosotros les damos alimento a las familias que participan”, explicó a Efe el coordinador de Emergencias por Inundación y Sequía del PMA, Paolo Mattei, durante una visita a la comunidad de San Agustín el pasado miércoles.

El proyecto del PMA ha logrado crear huertos familiares, donde los indígenas cultivan verduras y otros productos, lo que les asegura una ocupación, añadió Mattei.

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