Por Arq. Paola Astete Ochoa
Docente de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo Ambiental
Universidad Científica del Sur
En la actualidad la ciudad de Lima, al igual que otras capitales latinoamericanas, afronta muchos problemas ambientales producto del transporte vehicular y las emisiones que ésta actividad genera.
El continuo crecimiento del parque automotor aunado a la falta de planificación urbana en temas de transporte propicia la generación de alternativas de solución planificada para cubrir las demandas de movilidad pero con un enfoque sostenible.
Dentro de las soluciones que se plantean hoy en día en materia de planificación urbana es la creación de circuitos viales para el medio de transporte sostenible por excelencia, es decir, las bicicletas; sin embargo, las redes de ciclovias dentro de la ciudad tendrían que planificarse de manera que se intercomuniquen íntegramente con toda Lima metropolitana, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población que se transporta de manera masiva viene de los distritos de la periferia hacia los distritos céntricos de Lima, por lo que los esfuerzos, que aún son aislados, resultarían mas provechosos si se hacen de manera conjunta.
Aquí radica la importancia de tener un pensamiento a futuro que sea motivo de reflexión y de acción para rediseñar la ciudad con este enfoque, un enfoque que busque liberar a la ciudad de la función imperante del automóvil, combi, custer, etc., para convertirlo en espacio de convivencia, de ocio, de ejercicio, de intercambio y de otros múltiples usos, que ayude a unificar la ciudad y no a dividirla.
Por lo tanto, en el marco de nuestra actividad profesional, como arquitectos y planificadores de la ciudad tenemos un reto que cumplir: Plantear soluciones dentro de un ámbito de gestión urbana unificada con todos los actores de la ciudad, entidades municipales, privadas y académicas para contribuir a un desarrollo homogéneo de la ciudad, resaltando que somos responsables como ciudadanos y como profesionales del futuro de nuestra ciudad.