Escribe: Matias Rubio de la escuela de escalada PIRQA.
¿Por qué escalamos? ¿Por qué hacemos downhill? ¿Por qué hacemos caminatas? ¿Qué hace que las actividades al aire libre despierten pasión en la gente?
No tengo idea, o al menos, no entiendo completamente porqué, y explicar lo poco que entiendo me es complicado.
Creo que todo gira en torno a 3 factores. Los amigos, las experiencias y los lugares. Las actividades, pasatiempos y deportes agrupan personas con gustos o características similares. Los que disfrutamos de los deportes al aire libre solemos coincidir en algunas cosas: la fascinación por la naturaleza.
Su belleza y complejidad nos encanta y solemos tener ciertos cuidados para con ella, somos testigos de los cambios que nuestros lugares favoritos sufren a lo largo del tiempo. La degradación, producto de nuestra interacción y la urbanización son quizás las más importantes.
Es por eso, que siempre intentamos impactar lo menos posible y educar a nuestros amigos y compañeros en estos temas.
Los residuos de nuestros alimentos y bebidas son un riesgo para la conservación de los lugares donde practicamos la escalada, por lo cual siempre intentamos tomar medidas al respecto. Hace algunos años, la consigna era dejar el lugar tal y como lo encontramos. Con el paso del tiempo y el aumento de los visitantes, la consigna cambió a “dejar el lugar mejor de lo que lo encontramos”, con lo que empezamos a recoger los desperdicios dejados por otros.
Hoy en día, además de colaborar con la limpieza, procuramos comprar alimentos y bebidas que no tengan empaques o que tengan la menor cantidad de empaque posible. Hemos pasado de llevar galletas en paquetes pequeños a priorizar la fruta o formatos más grandes, que contienen más alimento y menos empaque. Lo mismo con las bebidas, pasando de botellas personales a botellas de dos litros y botellas reusables como Boblle bottle o Nalgene.
Además, hemos empezado a comprar localmente, comprando en las bodegas o mercados cercanos a nuestras zonas de escalada, con la finalidad de ayudar a los pobladores, intentando aportar a su economía y haciéndoles ver que nuestras visitas generan un movimiento económico para ellos.
Esperamos seguir aprendiendo nuevas formas de mejorar nuestro comportamiento y hábitos de consumo y poder ayudar a más personas a mejorar sus hábitos de consumo y disposición de residuos, para así, poder disfrutas de los lugares que nos gustan intactos.