La tecnología avanza a un ritmo acelerado. Cada año hay un nuevo celular mejor que el anterior, una computadora más rápida, un televisor con mayor resolución u otro aparato que creemos que es una necesidad.
Según estudios realizados por el Ministerio del Ambiente (Minam), este año los peruanos generaremos alrededor de 150 mil toneladas de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), provenientes principalmente de computadoras y equipos de comunicación usados y no todos tendrán un tratamiento adecuado.
Algunos de estos aparatos se quedarán habitando una casa por años y otros terminarán varando en un montón de basura, esperando al camión o a un reciclador informal, que sin protección adecuada, expone su vida a sustancias peligrosas, como el plomo que encontramos en un televisor.
Para Jessica Li, presidenta de la empresa San Antonio Recycling, exponer los aparatos electrónicos en la calle sin criterio, es la peor decisión que podemos tomar: “Cuando usamos equipos electrónicos, no generan ningún tipo de peligro directo al usuario. Pero si se desarma o rompe, se crea un impacto directo. Y si lo hace un reciclador informal, sería la persona más afectada. Si el aparato es abandonado en la calle, afecta al ambiente y si llega a un botadero, afectará a las personas que trabajan ahí”.
La empresa que lidera Li, brinda servicios de tratamiento de residuos electrónicos. El año pasado, recibieron más de 400 toneladas de este tipo de desechos. El 90% del material que acopian es reciclable y el 10% son materiales peligrosos que están en las pilas alcalinas o luminarias.
Así es cómo Jessica Li, nos enseña a consumir responsablemente los aparatos eléctricos y electrónicos:
1.No sucumbir a la tentación de la publicidad. Siempre pensar que uno tiene que vivir con la tecnología que sea suficiente. Es un tema de educación ambiental que se inculca desde la infancia.
2.Como consumidor responsable, tiene que conocer toda la cadena del equipo que va a adquirir. Parte de la información, la tiene que dar el productor, es decir, quien lo ha ensamblado o trajo el producto al país.
3.Reconocer los puntos de acopio de los RAEE.
Hace dos años, casi 50 millones de toneladas de basura electrónica se generaron en el mundo, aproximadamente siete kilogramos por persona. A medida que la tecnología avanza, también aumentan los desechos electrónicos y se espera que en los próximos cuatro años, estos residuos se incrementen en un 33%.
En la imagen izquierda, una laptop MAC desarmada en 69 partes y a la derecha, un Blackberry desarmada en 120 partes.
Lo que no percibimos de los RAEE
“Cada equipo tiene mil y un componentes. Por ejemplo, el metal se prensa y se hacen cubitos para reducir el volumen, el plástico y las tarjetas se pueden moler, prensar, depende de cómo lo quiera el destinatario final que hará el reciclaje en sí”, nos cuenta Li.
Algunas piezas que salen de los equipos son exportadas a Japón o Hong Kong, en donde reutilizan la materia prima y generan un nuevo producto. Los que contienen sustancias tóxicas como el plomo, mercurio, cadmio, arsénico y retardantes de fuego, se exportan con un procedimiento que incluye trámites con la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Los que no salen de nuestro país, se acumulan en un relleno de seguridad. “Solo hay uno en Chilca, manejado por Efesa. Petramás o Relima tienen celdas de seguridad en sanitarios. Solo en Lima y no en otros lugares”, asevera.
Muchos dicen que las nuevas generaciones están destinadas al contacto constante con la tecnología. Si bien no podemos reprimirlos del desarrollo, debemos orientarlos a consumirla responsablemente por el bien del planeta.
Texto: Carmen Contreras/Cambia.pe