Hace unas semanas, un artículo publicado por The Guardian ubicaba a Lima como la ciudad con peor calidad del aire en América Latina, tomando en cuenta las cifras que recopiló la Organización Mundial de la Salud (OMS) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del Perú, registradas en los años 2012 y 2013.
Desde el 2010, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) recoge un promedio de la calidad del aire en nuestra ciudad en 2.5 micras (PM2.5). El número de micras se define según lo “finas” que son estas partículas. En ese sentido, mientras menor sea el número de PM, más posibilidades habrá de que estos contaminantes ingresen al organismo de las personas en mayor profundidad.
El estudio de The Guardian analizaba el valor mensual de las partículas inferiores a 10 micras (PM10) registradas en las estaciones del Senamhi, que están ubicadas en diez distritos de la capital.
La OMS asegura que si reducimos la contaminación del aire, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer de pulmón, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades respiratorias, como el asma, reducirían considerablemente. Pero en este contexto, nuestros futuro no parece muy esperanzador.
Con la finalidad de conocer más sobre este problema en nuestra ciudad, el especialista en calidad del aire del Senamhi, Odón Sánchez, respondió para Cambia.pe cinco preguntas sobre sus consecuencias e hizo algunas recomendaciones para proteger nuestra salud.
¿Cuáles son las principales fuentes de contaminación en nuestra ciudad?
La principal fuente proviene de las emisiones vehiculares, a través del hollín o black carbon. Le siguen los procesos industriales y los contaminantes del mar, que se esparcen con el viento cuando las olas golpean el suelo. La cuarta fuente es la atmósfera y las partículas que se encuentran suspendidas en ella, como el dióxido de azufre u óxido de nitrógeno, que son partículas que se convierten por un proceso químico de manera natural.
¿Cuáles son las consecuencias en la vida de las personas el tener una mala calidad de aire?
Hay estudios recientes sobre las consecuencias de las partículas finas en la salud, que relacionan la presencia de gran cantidad de partículas finas con el nacimiento prematuro, por ejemplo. Además, respirar aire de mala calidad, aunque sea por un corto plazo, produce dolor de cabeza y de garganta de manera inmediata; mientras que las personas que respiran este aire de manera permanente pueden sufrir de cáncer al pulmón. Otros estudios señalan que puede generar problemas cardiovasculares y algunos hasta lo relacionan con el Alzheimer, sobre todo en el caso de las personas que viven en avenidas grandes y muy transitadas.
¿Qué acciones deberían tomarse en cuenta para revertir el problema?
Primero, favorecer el transporte público, como el metro subterráneo. La teoría menciona que para un millón de habitantes debería haber un metro subterráneo. También deberían plantarse más árboles: un caso exitoso es San Borja, un distrito que cuenta con gran cantidad de árboles y registra menor contaminación. Asimismo, es necesario que haya una buena revisión técnica de autos. Cuando hay una buena revisión, no solo se contamina menos, sino que el dueño del vehículo gasta menos en combustible y tiene mayor seguridad frente a posibles accidentes o desperfectos.
Como ciudadanos, ¿qué deberíamos exigir a nuestras autoridades?
La política de gobierno debería recomendar el uso de carros eléctricos, para evitar el uso de muchos combustibles fósiles. Por otro lado, algunas municipalidades recomiendan horarios para recoger basura y como ciudadanos debemos cumplir con esta disposición, pues al botarla a cualquier hora se puede generar la emisión de metano. Por otro lado, la intervención de nuestro gobierno es importante al momento de incentivar el uso de bicicletas, a través de la creación de ciclovías que se interconecten con el metro o se integren con el transporte público para evitar el tráfico.
¿Qué recomendaciones deberían tener en cuenta los ciudadanos para minimizar los riesgos de la contaminación del aire?
Estudios han demostrado que correr en grandes avenidas, como Salaverry, Panamericana o Javier Prado, es perjudicial para la salud debido a la contaminación generada por el tráfico; es mejor ejercitar en parques con árboles grandes. Por otro lado, el uso de mascarillas especiales también es importante para personas expuestas a estas partículas, como los policías de tránsito o ciclistas.