Nuestro entorno está rodeado de mensajes que nos incitan a comprar de manera desmedida. El consumo y producción sostenible fomenta el uso de los recursos de manera consciente y pensando en el camino que recorrió el producto para llegar a tus manos.
Antes de comprar algo, sigue estas preguntas para conocer si estas eligiendo bien:
1.- ¿Cómo se hizo?
El ciclo del consumo empieza en el momento en que eliges tus productos. Busca alternativas que no sobreexploten los recursos naturales y cumplieron con las normativas ambientales.
En la actualidad, existen productos hechos en base a materiales reciclados, naturales o ecosostenibles que reducen el uso de materia prima. También evita los productos que hayan sido experimentados en animales.
Aunque existe poca información sobre cómo se hicieron, es importante conocer el proceso de fabricación que tuvieron los productos y saber el nivel de consumo de agua, energía, así como sus emisiones o vertidos de colorantes o químicos.
2.- ¿De dónde viene?
Cuando consumimos productos locales no solo se generan menos emisiones de gases de efecto invernadero al momento de ser transportados, también contribuimos al crecimiento de una empresa mediana y pequeña.
Por otro lado, deberíamos preguntarnos si el país del que proceden algunos productos cumplen con las reglas de protección del ambiente y si protegen los derechos de los seres humanos responsables de la mano de obra.
3.- ¿Necesito lo que voy a comprar?
Al adquirir un producto, piensa si va a satisfacer una necesidad, un deseo o si lo vas a comprar de manera compulsiva. Aunque parezca difícil, consumir de manera responsable solo requiere de cambios en nuestros hábitos y no de esfuerzos específicos adicionales.
Según las Naciones Unidas, si la población mundial llega a los 9.600 millones para el año 2050 harían falta casi 3 planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los modos de vida actuales. Es momento de consumir solo lo que necesitamos y aprender nuevos hábitos saludables.
4.- ¿Me va a durar?
Los productos de mala calidad tienden a malograrse pronto y tienen pocas posibilidades de reciclarse o reutilizarse. Si vas a comprar un producto que necesitas, asegúrate de que sea reutilizable, recargable, de bajo consumo energético, fácilmente reparable y si sus componentes son fáciles de reciclar.
Si se trata de alimentos, no compres los que están próximos a vencer para luego guardarlos por un buen tiempo. Elige fresco, orgánico y local.
5.- ¿Qué voy a hacer con él cuando quiera desecharlo?
Conocer el paradero final de tus residuos es igual de importante que elegirlos. No botes tus productos cuando estén desgastados, dales un buen mantenimiento y cuando acaben su vida útil, recíclalos.
Fuente: consumoresponsable.org.