Si bien todos consumimos una gran diversidad de productos en nuestro día a día, muchas veces nos acumulamos de lo que queda de estos productos, sin saber darles un nuevo uso y simplemente los desechamos.
Escrito por Alexis Adrián Martínez La Rosa Jara.
Muchos de los productos que consumimos vienen envasados o cubiertos en materiales como plástico, vidrio, metal, cartón y papel, de los cuales, la resultante y destino de estos materiales es la basura. De esta manera hacemos a un lado la idea de que, siendo objetos reciclables, pueden tener otro uso, otro destino, otra vida.
Todo hemos escuchado en algún momento sobre las famosas 3R: Reducir, Reutiliza y Reciclar. En base a estos tres puntos importantes, podemos fundamentar de qué se trata el consumo responsable, en este caso en nuestro hogar.
La clave para poder reciclar en primer lugar es tener un cambio de hábito. Cada vez que vayamos a botar algo en el basurero, debemos verificar si este residuo puede ser reciclado. De ser así, debemos separarlo de la basura común.
Para comenzar, debemos tomar en cuenta las separaciones más comunes:
- Papeles y cartones (con excepción de papel carbón, de fotografía, con pegamento, encerado, plastificado, papel sanitario y pañuelos desechables).
- Plásticos (con excepción de plásticos transparente cristalizado de envases de alimentos preparados, artículos personales como cepillos de dientes, envases de medicamentaos, cremas faciales o cosméticos, envases con residuos de aceites y otros).
- Vidrios (las botellas y frascos deben ir sin tapas metálicas o plásticas).
- Latas de aluminio (los envases deben ir sin el papel que los envuelve).
- Tetrapack.
Una vez separados estos materiales, y teniendo suficientes residuos de cada material, debemos contactar a las organizaciones que reciclan estos materiales, que serán las encargadas de darle un debido tratamiento para que puedan tener un mejor uso.
En este aspecto, en Reciamancaes, también nos preocupamos en darle una nueva vida a estos materiales y convertirlos en productos muy útiles y visualmente atractivos. Una muestra de ello es el poder crear adornos florales, en base a los picos de las botellas de plástico; cofres hechos con botellas de plástico y papel, para almacenar nuestros objetos; porta lapiceros, elaborados con latas de leche; y llaveros de tapas de botellas. Todo esto es una muestra de la reutilización de los productos reciclados.
No olvidemos que reciclar es mucho más simple de lo que parece. Todo depende de la voluntad y el esfuerzo que pongamos para contribuir en preservar nuestro planeta, para nuestro bien y el de las futuras generaciones. El cambio está en nosotros y juntos podemos hacerlo.