Desde el año pasado, la comunidad científica ha observado de cerca el comportamiento del océano y su temperatura. Los constantes cambios notados en los últimos meses señalan que existe una gran posibilidad de que se desarrolle un fenómeno de El Niño que estaría entre los 4 más fuertes desde 1950.
Según la Organización Meteorológica Mundial, se espera que las señales del fenómeno se intensifiquen a finales del año, con un aumento de temperaturas de dos grados centígrados por encima de lo normal.
A principios de 2014, los científicos esperaban al fenómeno, pero siendo tan impredecible como es, no se presentó. Finalmente, en marzo de 2015, después de varias observaciones, el Centro de Predicción Climática de la NOAA aseguró que un fenómeno de El Niño “débil” estaba en marcha.
Debido a que las temperaturas superficiales del mar en esa región estaban por lo menos 0.5ºC por encima de lo normal desde setiembre, los meteorólogos de la NOAA afirmaron que tenía una probabilidad del 50 al 60 por ciento de durar durante el verano.
También lee: Julio del 2015 fue el mes con las temperatura promedio más alta en 136 años.
Pero una vez más, El Niño sorprendió a todos y se hizo más fuerte con el pasar el tiempo. Para agosto, las temperaturas superficiales del mar aumentaron más de 1.2ºC por encima de la línea de base.
Actualmente, el Centro de Predicción Climática de la NOAA estima una probabilidad del 90 por ciento de que persista a lo largo del año. Los picos de temperatura sugieren que este podría ser uno de los eventos más fuertes desde que comenzaron los registros en 1950.
¿Cómo funciona El Niño?
Los vientos del Pacífico tropical llevan el agua del océano de este a oeste, hasta Indonesia. Mientras tanto, en América del Sur, el agua fría que proviene de la profundidad del mar sale a la superficie.
Esto es lo que ocurre normalmente durante el año. El Niño se presenta cuando los vientos del Pacífico se interrumpen cada cierto tiempo.
De esta manera, el agua caliente que se acumuló en Indonesia viaja al este. Eso ocasiona que en América del Sur las aguas cercanas a la costa comiencen a calentarse.
Los científicos declaran oficialmente un El Niño cuando las temperaturas superficiales del mar en el Océano Pacífico ecuatorial suben 0,5 ° C por encima de lo normal.
¿Cómo afecta El Niño?
Inundaciones en América del Sur: El agua caliente en el Pacífico normalmente atrae lluvias pesadas y aumenta la posibilidad de inundaciones en América del Sur. En Perú y Ecuador se desarrollan tormentas e inundaciones. Esto puede generar epidemias de cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua.
Sequía en Indonesia y Australia: Debido a que las precipitaciones estarán en América del Sur, Indonesia y Australia tienen más probabilidades de sequía e incendios.
Cálidos inviernos en el este y oeste de EE.UU.: Los efectos de El Niño en los Estados Unidos por lo general no se notan hasta invierno, con temperaturas más cálidas y menos nevadas, pero también depende de los eventos que traiga con él.
La disminución de la pesca: Durante El Niño, el suministro de agua rica en nutrientes que emerge desde las profundidades del océano disminuye, afectando la productividad de la pesca.
Más huracanes en el Pacífico, menos en el Atlántico: Las aguas más cálidas en el Pacífico suelen proporcionar más energía para los huracanes. México, las Islas Cook o Hawái, son lugares que pueden verse afectados por estos cambios.
Mayores temperaturas globales: Las cálidas aguas tropicales en el Pacífico pueden transferir su energía a la atmósfera. Esto, combinado con los efectos del calentamiento global, puede generar nuevos máximos de temperaturas superficiales medias.
Fuentes: VOX.com y NOAA.
Foto de portada referencial: Flickr.com/U.S. Geological Survey